Hoy la meteorología de esta zona terrícola es despejada y parece que las temperaturas han subido desde la caída líquida de hace unos días. Si bien los humanos se sujetaban la cabeza para evitar que con el líquido se les cayera, he descubierto que con luz y calor, prefieren no ver lo que hay a su alrededor, y cubren su zona visual con unos dispositivos oscuros. Lo colocan en su cabeza, sujetadas entre su zona olfativa y los elementos auditivos (ver prueba gráfica al final del diario de hoy). Aun así, me sorprende que algunos de ellos no se caigan o no se tropiecen, otros se guían gracias a un perro y otros con una especie de antena que mantienen a ras del suelo con la mano, pero la gran mayoría no llevan ningún tipo de guía, por lo que creo que son menos inteligentes que los otros seres humanos que sí lo hacen.
Los dispositivos oculares pueden ser de diferentes tamaños y formas, por lo que he podido contar hasta ahora, los hay ovalados, redondos o algunos que casi les ocupan toda la cara.
No entiendo muy bien el motivo de por qué no quieren ver lo que ocurre a su alrededor, aunque por el ruido y bullicio generado en este territorio parece que es para evadirse.
El caso es que hay algunos pilotos de pequeñas naves terrestres que también los usan mientras las manejan, por lo que me parece una temeridad al no ver por dónde van. Así es normal que, como he visto, unas impacten con otras y luego tengan que comentar lo que ha sucedido en medio de la carretera, haciendo que el resto de naves no puedan moverse, y haciendo que los humanos no sepan seguir su camino.
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