Diario 18

Ha pasado un ciclo terráqueo completo, y la climatología vuelve a ser de altas temperaturas, o al menos, en los exteriores de los habitáculos humanos.

Explorando por las vías terráqueas, me he percatado de que en cada fachada vive un ser rectangular que vibra y emite un sonido recurrente. Si te sitúas debajo de alguno de ellos, puede escupir una sustancia acuosa a modo de advertencia, supongo que será su método de defensa y que se trata de algún tipo de animal. (adjunto referencia gráfica)

 Suelen vivir bajo las ventanas de los habitáculos humanos, supongo que ellos les alimentan y por ello han establecido ahí su hábitat.

Veo cómo los humanos acceden a sedes de algún tipo de organismo oficial, de puertas transparentes, desde las que puedo ver, se entregan uniformes reglamentarios, ya que todo el mundo recoge las mismas prendas. Me he infiltrado en uno de éstos edificios para investigar y compruebo que la temperatura cambia drásticamente. Si entras, baja temperatura, si sales, alta. He estado haciendo ésta comprobación durante 3 lapsos temporales para intentar averiguar cómo logran el cambio del clima, y mis acciones parecen haber causado expectación en los humanos, que me miraban, hasta que el que parece, comandante del organismo oficial (ya que llevaba un uniforme con chaqueta roja) me ha instado a abandonar el edificio, así que he abortado la misón hasta encontrar de nuevo el momento oportuno.

Además, los humanos en ésta época que llaman "estival" o "verano", vuelven a vestir prendas cada vez más pequeñas, algunas humanas hembra han decidido llevar un atuendo normalmente de color azul, con bolsillos traseros en su tronco inferior a modo de prenda íntima, y al llevar tantas dicha prenda, resuelvo que se trata de un uniforme. (mando prueba fotográfica)

Diario 17

Acabo de despertar de mi período de hibernación cíclica. Al parecer, comenzaba en éste planeta un estado de cambios temporales. Según oigo a los habitantes del planeta, lo llaman "ciclogénesis explosiva" y me pareció peligroso adentrarse en las aglomeraciones por si había algún tipo de detonación que causara daños a mi fachada humana y quedar expuesto.

De momento, lo que me ha llamado la atención es un tipo de artefacto que los humanos utilizan cuando se precipita de la atmósfera una conjunción química de oxígeno e hidrógeno, que aquí llaman agua, y al efecto atmosférico, lluvia.

Se trata de un artefacto que colocan sobre sus cabezas para evitar que les caiga encima, y que como ya reporté en el pasado, tiene efectos dañinos en los humanos (véase el Diario 3 interestelar).

El artefacto en sí consta de una vara extensible coronada por un extracto de fibra que a modo de parapeto evita que el agua dañina entre en contacto con sus cabezas y perderlas, aunque por lo que he visto, éste artilugio está creado para evitar sólo la precipitación en esta zona del cuerpo humano, ya que el resto se moja inevitablemente. Adjunto ilustración del aparato en sí.

Seguiré mis indagaciones poco a poco, para evitar levantar sospechas.

Cuaderno estelar 17 del viajero interplanetario 101.

Diario 16

Estoy en un terreno desconocido, aquí los habitantes se unen en grupos diferenciados por su vestimenta, que parece igual pero es de diferentes cromías. Estos humanos se juntan en locales donde se alimentan e ingieren un líquido de un color dorado o granate. Hay melodías que amenizan su estancia nocturna en las calles, he deducido qur lo que hacen es algún rito de iniciación, ya que estos grupos tienen miembros de igual edad, pero no se mezclan unos con otros. Otra cosa de la que me he percatado es que en esta zona, la temperatura es menor, pero aún así los humanos visten ligeros igualmente. Creo que de nuevo no he acertado con mi atuendo.

Diario 15

Hoy he sentido como los humanos me miran demasiado. Creo que me han descubierto. Voy a volver a transformar mi aspecto y mi atuendo ya que creo que este no es adecuado para la temperatura actual. Los humanos ahora van con las extremidades descubiertas sin ningún problema, y yo las llevo tapadas. Además me he dado cuenta de que cubren sus manos inferiores con una especie de cuerdas para evitar que una fina lámina se separe de ellas. Así mismo, éstas extremidades tienen los tentáculos más pequeños y los humanos no son capaces de usarlos para nada productivo, aún así los decoran y lucen con orgullo. Incomprensiblemente no puedo dejar de mirarlos y eso ha hecho que mi cabeza coche con ya varias paredes o incluso los dueños de éstas extremidades. Adjunto foto del atuendo que llevo y de las citadas prendas de las manos inferiores.

Diario 14

He entrado en un local de lo más extraño. Esta lleno de humanos con cestas con ruedas que arrastran de un lado para otro llenando con productos variopintos. Compran cosas con poco valor calórico y productos altamente calóricos que supongo será para compensar, ya que no tiene mucho sentido. Además he visto que hay un producto que se repite en todas las cestas,  debe ser imprescindible para su supervivencia. Es líquido y según el traductor en el cartel pone "cerveza". Tendré que investigar. Adjunto prueba gráfica del local en cuestión.

Diario 13

He vuelto a la nave subterránea, donde más aglomeración humana hay. Y me ha llamado la atención que hay unos humanos con unas extrañas monturas. Usan animales (que ya os comenté que se llaman perros) para que les lleven a los sitios. Tienen unas riendas y por lo que parece, el resto de humanos no pueden entrar con ellos. Estos humanos deben ser altos cargos entre la raza porque son los únicos que tienen esta compañía y no se les molesta. Los perros se quedan quietos como estatuas a la espera de las órdenes del humano, aunque más bien parece que sea el perro quien controle al humano y sea una tapadera para una rebelión encubierta de la raza sobre los humanos, estaré pendiente y os mantendré informados. Adjunto prueba gráfica de los animales descritos.

Diario 12

De repente he visto una aglomeración de naves terrestres pilotadas por humanos. Estaban todos parados y no podían ir a ningún lado. Las naves parecen tener vida porque emiten un rugido extraño parecido a nuestras reses. Al parecer la aglomeración venía porque una de estas naves ha intentado montar a otra en medio de la vía. Sus pilotos no estaban contentos con el cruce, imagino que la nave que resultante no sería del gusto de ambos, el que intentaba montar al de delante era demasiado grande y supongo que a la pequeña nave no le ha gustado, y se han peleado. El resultado es que las naves han acabado dañadas y los pilotos con unos extraños atuendos discerniendo sobre cómo había pasado el incidente. El caso es que el resto de naves está esperando a dar su opinión porque todos se quedan parados a la altura del incidente, mirando.

Diario 11

Hoy los humanos salen a la calle casi despojados de ropa, las temperaturas han subido exponencialmente y mis cálculos sobre el día y la noche se han visto claramente trastocados. Ayer el día duró más horas y la noche menos. Con un planeta sin control es lógico que los humanos sean una raza descontrolada. Tanto es así que ayer vi a un macho y una hembra unidos en lo que parecía un rito amoroso en plena calle, nada aséptico! Intercambio de fluidos bocales y contacto táctil continuo...nada que ver con nuestra aséptica reproducción ovípara. Adjunto prueba gráfica que se repite en la red de interconexión humana ya que no he conseguido la de los humanos en cuestión y regreso a la nave para conectar la válvula de frío antes de comenzar a derretirme por las altas temperaturas.

Diario 10

Hay un tipo de ser humano, o al menos lo parece, pero que en vez de cabeza tiene una esfera brilante. Pilota unas naves ligeras sobre las que se sube. He descubierto uno de los hangares para éstas naves. Las dejan ahí para que cualquier ser de su especie las coja pero cuando no es uno de ellos, se bloquean y no las puedes mover. Lo he intentado pero ha aparecido uno de esos seres y con gestos me ha indicado que no era digno de pilotar esa nave... Extraños seres estos. Adjunto prueba gráfica del citado hangar.

Diario 9

He estado recluido en mi nave, para reorganizar lo que he ido consiguiendo de los humanos. He visitado la mayor afluencia que conozco de humanos, la nave subterránea de la que ya os hablé y he descubierto que hay hembras a las que le ceden los asientos, al parecer, porque son más grandes que los demás, puede que porque hayan ingerido más alimentos, o por miedo al canibalismo, aún no he indagado lo suficiente en sus costumbres alimenticias. Lo dicho, que parece que por miedo a ser ingeridos, los humanos dejan a estas hembras recostarse en los asientos de los que dispone la nave subterránea.

Seguiré informando.